¿Por qué esterilizar el gato?
¿Por qué esterilizar el gato?
Una cosa que llama la atención a quienes no están ya familiarizados con esta cuestión, es que los gatos que no vayan a ser para cría sean esterilizados. Hay quien incluso, pensando en los gatos como si fueran humanos, tienen la primera reacción del estilo de: “¡yo no quiero hacerle semejante cosa a mi gato!”
La esterilización de los gatos se hace por interés de los humanos, pero también por interés de los propios gatos.
Los gatos no esterilizados tienen una serie de comportamientos que no son aptos para la vida dentro de una casa. Las hembras cuando entran en celo no piensan más que en buscar un macho, llaman continuamente con gritos fuertes, frecuentemente también marcan con orina por la casa, no comen casi, se quieren escapar. Y si no quedan preñadas, cuando se acaba el celo, tras una semana de descanso, entran otra vez. Celos repetidos sin monta son probable causa de infecciones uterinas, a veces no aparentes hasta que están avanzadas. Las gatas esterilizadas tienen menos riesgo de ciertos cánceres, además.
Si la gata tiene acceso al exterior, lo probable es que consiga atraer o encontrar un macho y quede preñada, con el consiguiente problema de superpoblación y de cuidar y encontrar casa para los gatitos.
Los gatos machos enteros no piensan en otra cosa que en encontrar hembras en celo o pelearse con otros machos por el territorio o las hembras. Si viven dentro de casa, marcarán su territorio con orina, y una orina de olor especialmente intenso. Si no pueden salir, y no tienen hembras con quien relacionarse, no tendrán una vida feliz y normal.
En el modo de vida tradicional los gatos entraban y salían libremente, los machos se iban “de parranda”, volvían con heridas de guerra o no, las hembras volvían preñadas, o tenían sus gatitos por ahí, hay mucho más riesgo de contagio de enfermedades, etc.
La esperanza de vida de un gato en esas condiciones es muy corta, unos poquitos años, como mucho. Se pueden contagiar enfermedades de cualquier gato que encuentren, y pueden también ser víctimas de accidentes de tráfico. Aparte de los daños que pueda recibir un gato macho en sus peleas.
Los gatos esterilizados tienen una vida mucho más feliz. Disfrutan de todo lo bueno de la vida, y no tienen esas urgencias que suelen tener los gatos enteros que les alteran las prioridades. No tienen esa urgencia de aparearse, ni agresividad con otros gatos competidores, o ansiedad causada por ellos. En absoluto son menos felices que los gatos enteros. La mayoría de las veces les mejora también el carácter en sus relaciones con los humanos y otros animales. Y tienen menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer que los gatos no esterilizados.
Los gatos esterilizados suelen tener tendencia a engordar. Por eso es necesario ocuparse de que tengan una vida activa, jueguen, se diviertan, y darles una alimentación adecuada, que será menos calórica y con menos carbohidratos que la comida de gatitos que están en desarrollo o adultos que se dedican a la cría.
¿A qué edad esterilizar el gatito?
La cuestión central en realidad es si se hace la esterilización antes o después de la madurez sexual.
Por motivos prácticos la respuesta es que la esterilización hay que hacerla antes de la madurez sexual. Los motivos principales son que las conductas no deseadas de los gatos sexualmente activos (sobre todo el marcaje con orina en los gatos machos) pueden no desaparecer después de castrado (aunque normalmente al cabo del tiempo desaparecerán, pero no es completamente seguro), y que hay gran riesgo escapes y de embarazos no deseados si se espera a la madurez sexual antes de esterilizar los gatos. Visto desde fuera no parece que sería así, pero la vida real es que muchas veces se tiene a la gatita con idea de esterilizarla cuando sea un poco mayor, y ella queda preñada antes de que dé tiempo.
La esterilización antes de la madurez sexual no afecta significativamente el desarrollo del gato. Se menciona la posibilidad de que los huesos largos (fémur, etc.) crezcan un poco más en el gato esterilizado, es algo que se ha estudiado en perros. Pero el efecto en los gatos es muy pequeño, o inapreciable.
Se alega también que los gatitos machos esterilizados antes de crecer del todo tendrán la uretra más corta y más peligro de desarrollar cristales en la orina. Pero no hay estudios que lo confirmen. En la vida real los gatitos no tienen ningún problema.
Tradicionalmente se solia hacer la esterilización a los 6-8 meses de edad. Desde hace 25 años se viene realizando en los Estados Unidos la esterilización a las 8 a 16 semanas de edad de los gatitos. Diversos estudios han demostrado que los gatitos esterilizados a edades más tempranas, no solamente no tenían efectos adversos, sino que a lo largo de su vida tenían menos problemas como gingivitis o asma, y mejores resultados en evitar la marcación con orina y menor agresividad.
Los gatitos pequeños se recuperan mucho antes que los gatitos mayores, y aún más que los adultos. Esto se refiere a las hembras sobre todo, puesto que en los machos la esterilización es una operación pequeña y los adultos también se recuperan en seguida.
Lo que es necesario es que el veterinario que la haga tenga experiencia con gatitos pequeños, sobre todo en lo relativo a la anestesia.
Desde el punto de vista del comprador del gatito, recibirlo esterilizado supone: No tener que superar la molestia de la operación y el posoperatorio del gatito, con la posible preocupación y angustia. Si algo sucediera, que es muy poco probable, el gatito está todavía en manos del criador, no hay tanto apego emocional, y si hay una pérdida, es el criador el que pierde el gatito. Además el comprador se ahorra el coste de la operación, que puede ser bastante alto.
Pensándolo bien, lo más conveniente para el gato y para su nuevo dueño es que vaya ya esterilizado a su nueva casa, aunque para el criador suponga un esfuerzo.